Abogado, Dr en Derecho. Profesor honorario de la Universidad de los Andes y ex Magistrado

miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA DOCTRINA CALVANI DE NEGOCIACIÓN PARA LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ


  LA DOCTRINA CALVANI DE NEGOCIACIÓN PARA LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ.

Román J. Duque Corredor *

 

 La Comisión  del Centenario del Nacimiento del Dr. Arístides Calvani, creada en el mes de junio, de este año, agradece su presencia en este Acto de su instalación formal, como inicio de la Programación  Pensamiento, acción y obra de Arístides Calvani:  el Apóstol de la Democracia y Canciller de la Paz”, con la que se quiere no solo homenajearlo, sino principalmente perpetuar su memoria, porque como valor  humano,  nunca podrá ser olvidado y  porque, en la  historia de Venezuela  y en la de América Latina, su vida, por su personalidad integral, de humanista cristiano,  representa un “pre” y un “post”,  respecto de la democracia, la integración y la paz.   Hemos remitido por correo electrónico a los miembros de esta Comisión un Informe detallado sobre la planificación, las actividades cumplidas por el Comité Operativo y sobre los compromisos de la Programación Centenaria.  Solo faltó en este Informe incluir la posible realización de un acto homenaje en  la Academia de Ciencias Políticas y Morales, de Madrid, por cuanto esta información se recibió hoy  en la mañana.  El Informe se hace referencia de la decisión, consultada previamente, de editar  los  CUADERNOS COLECCIÓN CENTENARIO“PENSAMIENTO Y OBRA DE ARÍSTIDES CALVANI”,  que comprenderá los siguientes temas: 1.- “Calvani, la Política Internacional y, la Democracia”. 2.- “Calvani político y parlamentario”. 3.- “Calvani y la familia”. 4.- “Calvani, la formación en ciencias sociales, la acción social y  la participación popular” .5.- “Calvani y, el desarrollo sindical y laboral”. 6.- “Calvani, académico y jurista”. 7.- “Calvani y la formación humanista cristiana”. 8.- “Calvani y, el compromiso cristiano del apostolado”  y  9.- “Calvani y la profesionalización de las Fuerzas Armadas”.   En esta oportunidad, en razón de haber enviado el referido Informe, no daré lectura al mismo, sino que me referiré a la decisión que adoptó el Comité Operativo, de acoger la propuesta, que en su oportunidad hizo a la Comisión, el tristemente fallecido  Ingeniero Filippo Vagnoni, de formular la tesis Calvani de la negociación política como instrumento de resolución conflictos políticos.  Con esta decisión, la Comisión quiere vincular a la Programación Centenaria,  el recuerdo y la memoria, del Ingeniero Filippo Vagnoni, quien, desde su inicio fue un entusiasta promotor de la celebración del Centenario y uno de sus  más comprometidos colaboradores, personalmente, y a través de la Fundación “Rosa y Giuseppe Vagnoni”,  que dirigía.   El Comité Operativo, consideró que por cuanto la tésis Calvani, antes mencionada,  además de comprender un conjunto de principios básicos sobre la paz y los medios para obtenerla a través de instrumentos diplomáticos y jurídicos,  tuvo  también una acción práctica internacional; es decir, constituía un sistema,  se debería promover como “la doctrina Calvani de negociación para la reconciliación y la paz”.  Por mi parte,  he comenzado a elaborar el contenido material de esta doctrina,  en base a sus discursos y escritos sobre estos temas, que quisiera brevemente, compartir con ustedes, en algunos minutos.

 En primer lugar, la tesis de Calvani, parte de la idea de un consenso, es decir, de un conjunto de acciones y de actos para lograr un fin.  Esto es un acuerdo.  En segundo lugar,  como proceso Calvani se refería no sólo a un método y procedimiento para el acuerdo, sino fundamentalmente a  un marco axiológico que sirva de orientación a las decisiones de los participantes, fundamentalmente, los valores democráticos como valores superiores y el respeto de los derechos humanos, como un orden universal.  En  tercer lugar,  que en épocas de crisis humanitarias,  el consenso es  un  deber  ético porque su  fundamento es  el  derecho  humano a  vivir en  democracia,  es decir,  en  paz y  en  tolerancia.  En cuarto lugar, que  desde el punto de vista de  la eficacia de la institucionalidad democrática, los  pueblos tienen  el derecho  de  reclamar  el  ejercicio de la tolerancia  y  los poderes públicos la  obligación de restablecerla.  En quinto lugar,  que ciertamente,  que no es  la vía  de  hecho  o  de  la fuerza  la forma  de  reconstruir  el  equilibrio en  la  democracia cuando  ésta  está afectada por una crisis institucional.  Sino la  de   generar un  consenso entre   las fuerzas sociales,  si  de  verdad  se quiere reacomodar la   ecuación  entre gobierno y  sociedad  como  salida a la crisis institucional.  Por supuesto, que la doctrina Calvani, tenía en cuenta que  toda  negociación, para que esta no   fuera bloqueada,  por  su  falta  de  trasparencia y la mutua  desconfianza,   requiere de determinadas condiciones para  que resulte  una verdadera negociación. Es  decir,  que había  que  contar con agenda, objetivos,  método  y  plazos definidos.  Tales consideraciones de la doctrina Calvani, igualmente parte del criterio que este proceso implica,  que  sectores interesados admiten que existe una crisis que ha de solucionarse mediante un dialogo, como incluso lo ha sugerido el Papa Francisco. Para la doctrina Calvani,  de las  alteraciones  de  los  elementos  esenciales  de la democracia,  la  característica más dramática  es  la intolerancia y la  violencia, y  el   derecho humano  más afectado es el  derecho  a vivir en  paz y  en  desarrollo  económico y  social.   Es  decir,  el  derecho  a vivir en  convivencia y  en  libertad y con justicia.  Se  trata, entonces, de lograr de verdad un consenso  o un  acuerdo que asegure el restablecimiento de la  institucionalidad  y  el diálogo democrático,  y  que  permita   la  reactivación de la economía y  la  superación de  la pobreza  de la población  en  un  clima  de  libertad  y  de  paz.  Este  acuerdo en el fondo no es  sino  un  acuerdo  para la convivencia ciudadana, por lo que la participación de la sociedad civil organizada es fundamental en el proceso de negociación. .  En  otras   palabras,   el  reclamo del consenso  necesario  para  superar la crisis, se  basa,  pues,  en el derecho  humano de la convivencia,  que es un  valor superior  y  un  fin  esencial de la sociedad y  del Estado.  Vale la pena señalar, que resulta conveniente y  de  rigor,  recordar que  en   situaciones  de graves conflictos, como lo era la centroamericana para Calvani,  y es hoy, para Venezuela,   que   conforme el principio de   respeto de los derechos humanos,  practicar  la  tolerancia,  para   revisar mutuamente  decisiones  y  ceder  en  posiciones políticas,   no   significa renunciar  a  las  convicciones personales o atemperarlas,  como lo  proclama  el Artículo  1. 4 de la Declaración de  Principios sobre  la  Tolerancia del  16  de  noviembre  de 1995  de  la UNESCO.   

   Por otro lado,    lo  que  podría  llamarse la axiología  y la filosofía Calvani  para  resolver  las  crisis  de  institucionalidad  del sistema   político,    no  está   de más  recordarlas en  estos momentos en que la comunidad internacional vuelve a insistir ante el gobierno como  ante la oposición  de la conveniencia de negociar  un  consenso para  solucionar  la crisis institucional de  nuestra  democracia.  Esa axiología y filosofía,  concibe como la  base  del  consenso al pluralismo,  junto con  la ética  y  los  derechos humanos.   De  modo que  están  obligados, principalmente,  los  gobernantes,   a  reconocer la existencia de    una  sociedad plural que  éticamente  es  superior  a una  sociedad uniforme.  Y, una  forma de  manifestar el cumplimiento de ese  deber  ético,  ante  el conflicto que afronta el sistema  político, es promover el consenso político.   Además,  que  el  pluralismo  está  implícito,  en la libertad,  la  justicia y  la igualdad,  las cuales no son  posibles si  se  atenta contra  el  pluralismo  imponiendo una sociedad uniforme  o monolítica, favoreciéndose la polarización entre los antagonistas.   Por  otra  parte,  en  segundo término,   de acuerdo con la doctrina Calvani,  el  pluralismo,   que  es  la   base  para  el consenso,  parte  de  la idea  que  la  verdad política,  nunca es  unilateral  y  que en  materia  política no existe un  criterio absoluto,  sino  que  hay  que  atender  a la verdad  práctica y  real,  que la da  la  sociedad.  Esa  verdad es que la  confrontación y la polarización  representan  un riesgo  de violencia y  una amenaza para  la paz.  Asimismo,  en  su  dimensión  ética,  en  tercer  término,   de acuerdo con la doctrina Calvani, el consenso,  como manifestación del   pluralismo,  tiene  sus  límites, ya  que  no es  posible defender cualquier  cosa,  sino  la  que  se  justifique  racionalmente  y  la que  se  conforme con la axiología constitucional.   En  cuarto término,  ,   con relación a un posible   proceso de  acuerdo,  según esta doctrina Calvani,  las condiciones  de  la  negociación  han   de  ser  las  del llamado “discurso o dialogo ideal”,   que  reduce las   posibilidades   de  engaño, de ocultamiento, de  irracionalidad de los participantes,   o  de  bloqueo,  como la de  colocar  al participante  en  una  condición de  inferioridad a  la hora  de  negociar  por la interferencia de decisiones  sobrevenidas de una  parte  que  agravan  el conflicto,   pendiente el proceso  de  negociación.  Que    exige  que  los participantes sean  plenamente racionales,   capaces  de abandonar el  conflicto  y  lograr la  institucionalización de un  acuerdo propicio para  una sociedad  más justa.   Por  ello,   es  importante un esquema   de  dialogo  que   acredite  la condición de iguales de los  participantes,  como reconocer al “enemigo”   como contraparte  del Gobierno,    y  que   permita  la figura  de unos  negociadores  o  facilitadores,   confiables, que   aprecien   el grado de racionalidad o justicia del dialogo  real.   Y,  que  defina “la agenda” y   el “orden  del día”, que  sirva  de  referencia pública para  esa  medición y que evite los bloqueos de la negociación.   Esa  agenda, en el   proceso de  consenso,   serían los  temas  de  negociación.

 Desde otro orden de ideas, de los discursos y planteamientos de Calvani, de naturaleza ideológica humanista , se puede extraer el principio que  ese diálogo o   negociación  ideal,   supone  un  núcleo   axiológico irrenunciable  e  indiscutible,   representados   por  valores objetivos,   que  constituye  lo indudable,   fuera  de cuya  circunferencia  se  penetra  en  la zona  de discusión.  Es  la  idea  de un  conjunto de círculos  concéntricos,   que  según  Gregorio  Robles,    configura   la negociación ideal  en un   proceso  del  consenso político. En efecto,   el primer  circulo  esta  constituido   por  lo  indiscutible,  en   nuestro  caso,  la aceptación de  los principios  y  elementos esenciales  del orden  democrático,  del  repudio a  la   violencia,  la convivencia  democrática,  la vigencia  del  Estado de  Derecho  y  el  respeto  a  la  dignidad   de  todos los  venezolanos.  El segundo círculo, incluye  los  temas  respecto de los cuales es posible llegar  a  un  consenso matizando las diversas  partes sus  posiciones para  acercarlas a las de los  otros.  Y, por  último,  el tercer  círculo que  recoge  los  elementos de  valor  que  han  de  buscarse  para  la  elaboración del consenso racional o  real. Un aspecto crucial de estos diálogos,  es el perdón y el arrepentimiento de una y otra parte, bajo el concepto de justicia retributiva, es decir, la que busca la paz mediante la armonía entre la justicia y la reconciliación que ha sido aplicada en procesos difíciles como los acuerdos de paz de Chile, Sudáfrica, Guatemala y el Salvador, y últimamente en Colombia. Por supuesto, que la justicia retributiva no comprende los delitos de lesa humanidad, ni los de narco política, ni los de violaciones graves de derechos humanos. Finalmente,  encuentro en la tésis de Calvani sobre la negociación para la reconciliación y la paz, el principio de la legitimidad democrática,  según el cual es al pueblo, a quien corresponde decidir en definitiva sobre las cuestiones fundamentales envueltas en la negociación, por cuanto, porque, como decía Calvani,  solo el pueblo salva el pueblo

 

 

     En Venezuela,   en un  dialogo  ideal   para  conseguir  un consenso  real,   como  solución  a un  conflicto  político,  hay que ponderar nuestra actual situación,  con una Asamblea Nacional Constituyente ilegítima,  porque en la supuesta negociación su reconocimiento es un planteamiento del gobierno, aduciendo que con una nueva Constitución se soluciona la presente crisis política.  Al respecto, debe recordarse que es  verdad  que  la  Constitución define el   marco axiológico y  procedimental  del   proceso  de  negociación,  la cual no puede ser sino la vigente.   Sin embargo, como expresa  Diego  García  Belaunde,  constitucionalista  de la Pontifica Universidad  Católica del Perú,   que es  una  premisa  falsa que  los   procesos  constituyentes  o de reforma constitucional, y  su  producto  final,  la  Constitución  tienen la  solución  a todos los  conflictos políticos.  Por el contrario,  afirma  este constitucionalista,  que, por  desgracia,  no  sirven  para  arreglar  nada,  pues  ellas  nunca  son  fines  sino  medios  . De  modo,  que si  el  conflicto  político tiene  alguna  de  sus  causas en  la  llamada Constitución Política,  otro dato  real,   en  el  proceso  de discurso o negociación, es  lo  que  Gregorio  Robles  denomina “ el dialogo ínter sistemático” o  “ dialogo  post constitutionem “,  que  afecta no  sólo el  desarrollo normativo inferior a la Constitución,  que  debe  darse al  nivel del Parlamento y  en  los  Tribunales Constitucionales,  sino  también a la propia  Constitución,  si  se detecta  que el modelo político ideal   de democracia que  recoge  no resulta  ser  en la  práctica una  democracia   real, en  cuyo caso se adelantaría el   procedimiento  para  su  modificación o enmienda por el  proceso de  consenso previo.  Es decir, que, a mi juicio, y me atrevo a decir, que conforme a los principios democráticos de la doctrina Calvani, que, en un proceso de negociación, el tema del reconocimiento  la Asamblea Nacional Constituyente, debería ser objeto de un referendo popular, para que el pueblo sea quien decida si la reconoce o no la reconoce, en razón del principio de la legitimidad democrática que ha de convalidar toda la negociación.

 

  Por último,  encuentro en el rico y enriquecedor pensamiento del Papa Francisco ideas y principios propios de la doctrina Calvani sobre el dialogo, la mediación, la paz, la justicia, la rehabilitación de la política, la solidaridad, el bien común y la paz social, el dialogo social, la fraternidad, la cultura del encuentro, el rechazo de la cultura del descarte, la dignidad de la persona humana, la corrupción y la colonización ideológica.   Hoy día la doctrina Calvani, de origen internacional, es de vigencia en nuestro problema político interno,  por cuanto de su sistema , se extraen  principios sobre la concientización de la cultura de la reconciliación en un ambiente de gran conflictividad, como lo es el de Venezuela, en el cual la ira tiene justificación, pero donde lo fundamental es la liberación de la situación de la presente situación de opresión y de injustica, y donde son sujetos fundamentales el gobierno y la oposición y en el cual quienes han sido víctimas no solo tienen derecho a ser escuchadas, sino también la responsabilidad en la búsqueda de la reconciliación a través de la justicia retributiva, que armonice el perdón con el arrepentimiento, puesto que sin una verdadera justicia no se consigue una verdadera paz.   Propongo, pues, que en la Programación “Pensamiento, acción y obra de Arístides Calvani: el Apóstol de la Democracia y Canciller de la Paz”, hagamos énfasis en su “doctrina de negociación para la reconciliación y la paz” y de su ejemplo de una vida cristiana en la política

 

*Presidente de la Comisión del Centenario

Caracas, 22 de noviembre de 2017.  

 

 

 

 

 

 

 

 

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