118 AÑOS DEL NACIMIENTO DE ALBERTO ADRIANI
Hoy martes catorce se cumplen ciento dieciocho años del nacimiento del ilustre venezolano Alberto Adriani, primer economista venezolano, iniciador de los estudios de ciencia económica, fundador del Ministerio de Agricultura y Cría, brillante estadista y hoy epónimo de numerosas instituciones venezolanas.
En su natal pueblo de Zea y en la ciudad de El Vigía habrá actos alusivos con la participación de la Fundación que lleva su nombre y de autoridades municipales y personalidades representativas de la sociedad civil
Con el mayor agrado reproducimos un interesante artículo, a propósito de la fecha, escrito por el Licenciado Jesús Enrique Mazzei, directivo de la Fundación Alberto Adriani.
Dr. Román J. Duque Corredor
Presidente de la Fundación Alberto Adriani
Caracas 14 de junio de 2016
Alberto Adriani: su visión internacional
JESÚS E. MAZZEI ALFONZO
El 14 de junio, se cumplirán 118 años de su nacimiento, de quien para los analistas de las finanzas públicas y la economía, es el más brillante ministro de Hacienda que ha tenido la nación. Fundador del Ministerio de Agricultura y Cría, fue un hombre que se adelantó a su tiempo; percibió y comprendió adecuadamente los principales problemas de la Venezuela de los años veinte y treinta. Con clara lucidez prospectiva e intelectual visualizó los primeros problemas que podía tener la estructura económica nacional con la irrupción del petróleo en el sistema productivo nacional. Complementó sus conocimientos jurídicos (que no concluyó porque viajó a Europa) con una experiencia organizacional, en diversos organismos internacionales y en la Cancillería venezolana en particular, que le permitió tener una amplia visión de las cuestiones políticas y económicas de esos años a nivel nacional e internacional.
En este artículo, deseo centrarme una vez más, en su experiencia y visión internacional, que fue un complemento de su formación profesional e intelectual, primero ejerció roles como cónsul de Venezuela en Ginebra en 1921, entre mayo de ese año y noviembre. Allí ingresa a la Universidad de Ginebra, para estudiar economía. Paralelamente, el canciller de entonces le propone al presidente Gómez, nombrarlo como secretario de la representación venezolana en la Segunda Asamblea de la Sociedad de Naciones, institución fundada a raíz de la finalización de la Primera Guerra Mundial. Adriani, asistirá a la tercera, cuarta, quinta y sexta Asamblea entre los años 1922 y 1924, respectivamente. Adriani, tuvo como contemporáneos a venezolanos de la talla de Diógenes Escalante, Santiago Key Ayala, Caracciolo Parra Pérez, José Gil Fortoul, César Zumeta, José Antonio Tagliaferro, eso lo enriqueció intelectualmente. Conoció y tuvo la posibilidad de empaparse del trabajo global del organismo, adquirió los conocimientos indispensables para manejarse no sólo en el trabajo diario en una organización multilateral, sino aprender a negociar y a través de sus diferentes comisiones que integraban el trabajo de la delegación venezolana en Ginebra es probable que Adriani, centrara su trabajo en la primera comisión la que se dedicaba al estudio de cuestiones jurídicas y constitucionales del organismo y a que estaba dedicada a las cuestiones económicas y financieras de la Sociedad de Naciones.
En este artículo, deseo centrarme una vez más, en su experiencia y visión internacional, que fue un complemento de su formación profesional e intelectual, primero ejerció roles como cónsul de Venezuela en Ginebra en 1921, entre mayo de ese año y noviembre. Allí ingresa a la Universidad de Ginebra, para estudiar economía. Paralelamente, el canciller de entonces le propone al presidente Gómez, nombrarlo como secretario de la representación venezolana en la Segunda Asamblea de la Sociedad de Naciones, institución fundada a raíz de la finalización de la Primera Guerra Mundial. Adriani, asistirá a la tercera, cuarta, quinta y sexta Asamblea entre los años 1922 y 1924, respectivamente. Adriani, tuvo como contemporáneos a venezolanos de la talla de Diógenes Escalante, Santiago Key Ayala, Caracciolo Parra Pérez, José Gil Fortoul, César Zumeta, José Antonio Tagliaferro, eso lo enriqueció intelectualmente. Conoció y tuvo la posibilidad de empaparse del trabajo global del organismo, adquirió los conocimientos indispensables para manejarse no sólo en el trabajo diario en una organización multilateral, sino aprender a negociar y a través de sus diferentes comisiones que integraban el trabajo de la delegación venezolana en Ginebra es probable que Adriani, centrara su trabajo en la primera comisión la que se dedicaba al estudio de cuestiones jurídicas y constitucionales del organismo y a que estaba dedicada a las cuestiones económicas y financieras de la Sociedad de Naciones.
Por otra parte, Adriani aquí seguirá colaborando con la prensa de su país y elaborará alguno de sus mejores trabajos intelectuales. Creyó en los objetivos y se identificó con los ideales de la Sociedad de Naciones, tuvo si se quiere una gran influencia del pensamiento idealista (Hegel moldeará su pensamiento intelectual, fundamentalmente, aunque leerá además, a Kant, Fichte, Schelling, Croce y Gentile) predominantes de la época. Todavía el realismo no había hecho su irrupción a través del libro de E.H. Carr, Veinte años de crisis, que será editado tres años después de la muerte del ilustre merideño en 1936. Aunque no se hacía muchas ilusiones sobre el ideal wilsoniano y sobre la eficacia política y ejecutiva de la organización, sin embargo, ve en ella una incesante ventana de creación de un orden internacional para ordenar la convulsa postguerra. Adriani seguirá en general el resto de su vida en las actividades de la Sociedad de Naciones. Vive sus años de crecimiento que van del 1921 al 23, los inicios de la estabilidad del organismos del año 1924 hasta 1931 y los conflictivos que marcarán la vida de la organización entre 1932 hasta el 36 y los acontecimientos que años después llevarán a su desaparición en 1939. Es probable que a pesar de la crisis de existencia del organismo que le toca presenciar a Adriani, vaya ser un defensor importante de la creación de una organización multilateral que moldee la paz y el orden del mundo en ese entonces (recomiendo el texto del Dr. Freddy Vivas Gallardo sobre la Sociedad de las Naciones y el libro del Dr. Luís Xavier Grisanti sobre Adriani).
Su pasantía por Londres, será fundamental; conoce a Keynes y se nutre de toda la discusión intelectual de finales de los años 20, es un ávido ratón de bibliotecas; estudia el marxismo del cual fue un crítico fundamental, en sus fundamentos teóricos y prácticos, viendo los primeros años de la revolución rusa. Su última experiencia internacional que será la Unión Panamericana antes de regresar a Venezuela, será fundamental en el molde del estadista que fue. Creía en el papel articulador y civilizatorio del Estado, fue un crítico del liberalismo, esto también impregnó su visión del papel del Estado dentro del funcionamiento de la economía internacional.
Adriani, como se ve se dedicó a formarse y a estudiar, en aquel entonces ya valoraba lo importante de la formación y adquisición de conocimientos, en una Venezuela paupérrima. Por ello, para los jóvenes es un ejemplo a seguir.
jesusmazzei@gmail.com
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