Leccion Magistral
Roman J. Duque Corredor
I
Energia Justicia y
Paz.
A
Los derechos humanos y la explotacion de las
fuentes energeticas.
La primera reflexión que quisiera hacer es la relación entre la
energía, la justicia y la paz. Es
indiscutible que los problemas derivados del uso y de la explotación de la
energía pueden afectar los derechos humanos, cuya lesión es un desencadenante
de la violencia, porque su violación amenaza bienes esenciales para la
sociedad. Ello por cuanto las fuentes primarias de la energía son las que
dispone la naturaleza , y por tanto, son
de la sociedad y de la humanidad, por lo que su explotacion no puede ser ilimitada ni
abusivas, como las energías geotérmicas
o bioenergías que son de la humanidad. Y en razón de que también las fuentes
secundarias, derivadas de las transformaciones de las fuentes primarias
mencionadas, como la gasolina, el gas, y la electricidad, son básicas para el
nivel de vida de los consumidores finales. Es decir, la relacion de las fuentes de
energia con la justicia y la paz deviene de las garantias de los derechos de
los pueblos, como derecho humano al acceso de dichas fuentes, como patrimonio
de la humanidad.
B
El desarrollo sostensible
, la Justicia y la Responsabilidad de
los Estados.
La segunda reflexión, es que, ademas del caracter de patrimonio
de la humanidad de las fuentes de energia, un orden justo en esta materia del
uso y explotación de bienes de la humanidad, es un instrumento para el desarrollo, integral
y sostenible de los pueblos. Por ello el derecho internacional ha reconocido
que la protección de estos recursos o bienes, imponen a los Estados y gobiernos
la responsabilidad de actuar de buena fe, respetando principios universales
humanitarios y de promover la
solidaridad con las regiones más pobres del planeta y con el principio de justicia
intergeneracional de no dejar a las nuevas generaciones más empobrecidas. Estas obligaciones son la contrapartida de los
derechos de la humanidad a las fuentes de la energia.
C
Necesidad de
instancias internacionales para el establecimiento de las responsabilidades de
los Estados por la violacion de los derechos de la humanidad sobre las fuentes
de energia.
Y la tercera reflexion, es la de que si no se establecen
instancias internacionales donde se pueda reclamar tales responsabilidades y
hacerlas efectivas, o establecer medios compensatorios e indemnizatorios por
los daños causados por los incumplimientos de esas responsabilidades, así como que si no se le da legitimidad , o
capacidad procesal, a los pueblos, a través de sus organizaciones de ciudadanos,
de acudir a esas instancias, ese derecho internacional se queda solo a nivel de
los tratados y las declaraciones, sin ninguna eficacia.
II
La corrupcion y los
derechos humanitarios sobre las fuentes de energia.
Las anteriores
reflexiones se vinculan tambien con
el tema de la corrupción y la mala
gobernabilidad, por lo que su consideración en congresos relativos a la
energía, la justicia y la paz, no pueden ser obviados, especialmente en los
casos de los países en vías de desarrollo. A este aspecto dedicaré mis
comentarios finales.
A
Los delitos de
corrupcion en la explotacion de las fuentes de emergia y la necesidad de una
gobernalidad internacional.
La corrupción y la mala gobernabilidad o el desgobierno o mala
administración, como se le quiera llamar, comprende a asuntos como los lobbys
y comisiones, o traficos de influencia, principalmente en países en vías de
desarrollo, para obtener licencias, permisos, suministros, concesiones o
contratos para la extracción de los recursos energéticos, como, por ejemplo, el petróleo, facilitados por funcionarios
corruptos o convalidados por instituciones subordinadas o integrantes del
mecanismo de corrupción. O, por mecanismos insuficientes o inadecuados de
control o por instrumentos mecanismos o procedimientos administrativos o
judiciales ineficaces para prevenir, sancionar o erradicar estos casos de
corrupcion, o para resarcir los perjuicios causados a las poblaciones. Y también por la inexistencia de instituciones
de control del ambiente y de la calidad de vida de la población. Por otro lado, hoy día el manejo ilegitimo de
grandes sumas de dinero a nivel internacional derivado de la corrupción en
países en desarrollo para la explotación de los recursos energéticos, es un
dato que se refleja en los informes de los organismos de trasparencia
internacional sobre tráfico ilícito de capitales, o en los de los organismos
técnicos, como un obstáculo al
desarrollo energético sostenible. Y, también en los reportes de los organismos
de defensa de los derechos humanos como un obstáculo al desarrollo social
integral, entre ellos al derecho de acceso a las fuentes de energía necesarias
para el nivel de vida de las poblaciones. A estos temas se agrega el mal uso
que los gobiernos nacionales han hecho de los recursos energéticos.
Y también es corrupcion, que afecta a las poblaciones, la
celebracion de contratos leoninos
impuestos por algunos grandes países a los países en desarrollo para evadir sus
responsabilidades ambientales nacionales e internacionales. Por tanto, en eventos internacionales
relativos a las fuentes de energia, la justicia y la paz, en mi criterio, uno de los temas a considerar es la
penalización de esos hechos de corrupción, por supuesto, como el de otros
derivados del manejo illegal de la deuda
pública externa, en razon de que en la
mayoría de esos países, las instancias penales nacionales son ineficaces,
inadecuadas, insuficientes o cómplices, para prevenir o impedir esa corrupción
o mal uso de las fuentes energeticas. Por lo que, ante la incapacidad de los Estados
de prevenir e impedir este obstáculo, se debe incluir, en los congresos sobre
energía, justicia y paz, el tema de la gobernabilidad internacional necesaria,
a cargo de "una verdadera autoridad
política mundial", con competencia internacional universal de
protección de estos recursos vitales, como lo ha propuesto el magisterio de Benedicto
XVI, en su Encíclica Caritas in Veritate del 29 de junio del 2009 (n. 67). En efecto, el romano pontifice razonaba su
propuesta, diciendo “Para
gobernar la economía mundial, para sanear las economías afectadas por la
crisis, para prevenir su empeoramiento y mayores desequilibrios consiguientes,
para lograr un oportuno desarme integral, la seguridad alimenticia y la paz,
para garantizar la salvaguardia del ambiente y regular los flujos migratorios,
urge la presencia de una verdadera autoridad
política mundial, como fue ya esbozada por mi Predecesor, el Beato Juan
XXIII. Esta autoridad deberá estar regulada por el derecho, atenerse de manera
concreta a los principios de subsidiaridad y de solidaridad, estar ordenada a
la realización del bien común “. A lo cual agregaba que, “El desarrollo integral de los pueblos y la colaboración
internacional exigen el establecimiento de un grado superior de ordenamiento
internacional de tipo subsidiario para el gobierno de la globalización[149],
que se lleve a cabo finalmente un orden social conforme al orden moral, así
como esa relación entre esfera moral y social, entre política y mundo económico
y civil, ya previsto en el Estatuto de las Naciones Unidas” (n.
67) Al igual que es necesario la promocion de un
orden justo universal que impida los contratos leoninos en estas materias.
Propuestas estas a las que se ha agregado por la World Jurist Association la de una
jurisdicción universal con competencia para
establecer las responsabilidades de gobiernos y gobernantes por los daños
causados a las poblaciones o la humanidad por la corrupción y para la
recuperación de los dineros ilegítimos para promover fondos de desarrollo de
los pueblos víctimas de esos delitos. Y para calificar de leoninos los
contratos que violen las responsabilidades de los países y contratistas en
materias ambientales. Y para que en dicha jurisdicción universal se reconozca
legitimidad a los pueblos para acudir y participar ante esas autoridades en sus
procesos como parte legítima.
No dudo del interés y de la importancia del tratamiento de este tema de los recursos energeticos y los derechos humanos, por ejemplo, no solo Latinoamerica, y particularmente para Venezuela por ser su sistema de gobierno un signo
paradigmático de la corrupción y del mal uso de los recursos energéticos y de
la lesión del derecho de su población del acceso a los recursos energéticos
básicos para su sobrevivencia y desarrollo integral causado por una mala
administración. Por lo que, en razón de mi convicción de que
la energía es un medio para el desarrollo, concluyo que los Estados y el orden universal han de garantizar los derechos de las poblaciones sobre las
fuentes energeticas, para promover la justicia y la paz univesarles, que ciertamente no garantiza el actual paradigma
energético. De alli lo trascendente de la propuesta de realizar un curso de especializacion sobre derecho energetico, justicia y paz, como el que llevara a cabo la Universidad de Aruba, promovido por la World Jurist Association, que preside el venezolano, Dr. Franklin Hoet.
Oranjestad, 8 de diciembre de 2017
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