Del
pensamiento de Don Patricio Aylwin, político y
humanista cristiano, quien, dijo
que “lo fundamental es tratar de concordar la conducta política con los
valores éticos fundamentales en los cuales se cree y que la sociedad comparte”,
tomamos sus ideas, de la relación entre “ética y política”, como inspiración
para conformar un grupo que sobre esas ideas promueva el planteamiento de que
la política sin ética es un quehacer, pero no un hacer. Porque, según su pensamiento “la acción
política requiere de otras dos virtudes: la virtud de la justicia y la virtud
de la solidaridad, empleando la palabra más usada en nuestros días para
referirse al amor cívico, al amor al prójimo, la caridad en el sentido
cristiano”. Por lo que, como también lo
expresó: “La política es una
actividad noble que debe conciliar intereses diversos en la búsqueda del bien
común”. Y, asimismo, que la política, según su pensamiento, “implica un diálogo entre los principios que se profesan y
la realidad que se quiere cambiar”,
puesto que “el diálogo y la búsqueda de grandes acuerdos permiten avanzar más que los
intentos de imposición de unos sobre otros. Ética, política y dialogo, pues, son las ideas fuerza que motivan este Grupo. En
este contexto, este Grupo, tendrá como orientación, el pensamiento humanista de Don Patricio Aylwin, que, conjugaremos con el de Arístides Calvani y el de
Giorgio La Pira, quienes
participaban igualmente de la idea de que la política “solo tiene sentido si se pone al servicio de los pobres y de la paz”. Como pensantes y gobernantes, estas
personalidades, como políticos, aparte de los principios doctrinarios sobre
la política, consideraron que es
necesario tener presentes normas
prácticas para la acción política, es decir, la situación particular de cada
sociedad y los cambios que ésta necesita y pensar en su consecución con sentido racional. En el pensamiento de Calvani, por ejemplo, la acción política no es solo la del político partidista
y la del gobernante, sino también la del ciudadano y de la sociedad, por lo que
hay que tener en cuenta la responsabilidad de cada uno en el puesto que ocupe en la sociedad entendida como comunidad
política, Y, que en cada una de esas responsabilidades los principios éticos
son determinantes de la calidad de la acción política. Principios, como el de la verdad, la libertad, la
justicia y la dignidad de la persona, la
solidaridad y el rechazo de la violencia como acción política, que son
principios universales. Por eso, para
Calvani, una sociedad democrática sostenible es aquella donde priven estos
principios y que preserve la paz y rechace la violencia.
Patricio Aylwin, al igual que Arístides
Calvani, como humanistas cristianos, en razón de la
vinculación de la ética y la política,
coincidían en que los políticos están obligados, principalmente, los
gobernantes, a reconocer la existencia de una
sociedad plural que
éticamente es superior
a una sociedad uniforme. Y, que
una forma de manifestar el cumplimiento de ese deber
ético, ante los conflictos que afronta el sistema político, es promover el consenso
político. Además, que
el pluralismo está
implícito, en la libertad, la
justicia y la igualdad, que son principios éticos, las cuales no son posibles si
se atenta contra el
pluralismo imponiendo una sociedad uniforme o monolítica, favoreciéndose la polarización
entre los antagonistas, o la revancha o la violencia. Esta es la aspiración de la mayoría democrática nacional
actualmente en Venezuela para pasar de un sistema autoritario dictatorial hacia
un sistema verdaderamente democrático. Sabemos que ello que no es fácil, como lo es
todo proceso de transición que se quiere
que sea democrática y pacífica, y
que es difícil lograr lo mejor. Por
ello, las palabras de Don Patricio Aylwin, son aleccionadoras, para nuestra
situación , cuando, como vocero de la
Concertación, el 1º de junio de 1989, al
informar a la opinión pública sobre el proyecto de acuerdo político alcanzado
sobre las reformas constitucionales para
la transición hacia la democracia;
afirmó: que “ aun cuando el proyecto es insuficiente, el ánimo de la Concertación es
facilitar, a través de este camino, el que se vaya abriendo la posibilidad de
una transición ordenada y consensual hacia el régimen democrático”.
Teniendo como orientación, el humanismo
cristiano, del pensamiento de Don Patricio Aylwin, basado en la relación entre
ética y política, y que la política
es una actividad noble que debe conciliar intereses diversos en la búsqueda del
bien común; y, que, por tanto, “la política, implica
un diálogo”, sincero, trasparente y confiable; invitamos a quienes se identifiquen con estos
principios a que formemos un Grupo que motive en la sociedad este pensamiento y
principalmente en el accionar político; sin compromiso alguno partidista.
Puesto que el humanismo cristiano es universal y plural, y de respeto a la
diversidad entre la misma corriente humanista. En este contexto, crearemos un
blogspot “grupopensamientodemocristianopatricioalwyn”,
que anunciaremos, en el cual daremos
difusión a los escritos sobre estos planteamientos del humanismo en las áreas:
política, justicia social, economía social y ecológica de mercado, derecho, justicia,
derechos humanos, transición política, educación, religión y ciencias sociales
en general. Al igual que en seminarios, foros, talleres y conferencias.
Román J. Duque Corredor
Coordinador General.
Carcas, 19 de
febrero de 2020
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