Abogado, Dr en Derecho. Profesor honorario de la Universidad de los Andes y ex Magistrado

jueves, 30 de noviembre de 2017

Conversatorio sobre el pensamiento y obra de Arístides Calvani


UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO

II FERIA DEL LIBRO DEL OESTE DE CARACAS

Conversatorio sobre el pensamiento y obra de Arístides Calvani

 Caracas, 30 de noviembre de 2017

Román J. Duque Corredor

 

Arístides Calvani (AC), polivalente y polifacético. Cátedra ambulante, lo calificó Luis Herrera Campins.

A través de su obra escrita,  es posible distinguir su pensamiento y su variada personalidad.

En la Comisión Centenario de su Natalicio (CCN) para resaltar su pensamiento, su obra y acción,  hemos distinguido: 

1.- “Calvani, la Política Internacional y, la Democracia”.

2.- “Calvani político y parlamentario”.

3.- “Calvani y la familia”.

 4.- “Calvani, la formación en ciencias sociales, la acción social y  la participación popular”.

5.- “Calvani y, el desarrollo sindical y laboral”.

6.- “Calvani, académico y jurista”.

7.- “Calvani y la formación humanista cristiana”.

8.- “Calvani y, el compromiso cristiano del apostolado”

 y  9.- “Calvani y la profesionalización de las Fuerzas Armadas.

 De él, dijo Eduardo Fernández (EF),  en  la sesión solemne del Congreso  de la República Civil y Democrática, en su discurso de fecha 18.01.1996, con ocasión  de los 10 años de su fallecimiento,   que a Calvani, se le quiso y se le respetó; “por  su excepcional condición humana, por la solidez intelectual de su formación, pero, sobre todo, por la alta categoría moral de su ejemplo”.

 

 De su obra se han hecho recopilaciones, principalmente en el IFEDEC, de las cuales me voy a servir, para destacar en este Festival del Libro, algunos de sus numerosos escritos y ensayos, vinculados a la división que hemos hecho de su personalidad polivalente y polifacética.

De esa personalidad, voy a referirme a algunos de sus valores:

 

1.- “Calvani, la Política Internacional y, la Democracia”.

  En 1945 escribía sobre “Una nueva ordenación internacional la luz de los principios demócratas cristianos”, que serían su pensamiento como canciller de 1969 a 1974. Tesis que desarrolló como dirigente democristiano regional, que fue consolidando, por ejemplo, en su conferencia de 1966, en el IFEDEC,  Urgencia de la formación  política en América Latina. El momento histórico actual de América Latina, en sus líneas generales”, que va precisando como plataforma ideológica, en el ensayo “Introducción al análisis político de la América Latina”, escrito para la Revista General Belga, en 1967.  Y, que en 1968, en el programa de gobierno de RC, desarrolló como doctrina de  Las bases de la nueva política exterior de Venezuela” y en 1969, como “Un nuevo orden internacional”.  Tesis y doctrina que eran una constante en las Memorias y cuentas del MRE,  en las cuales aparece la idea de la paz, la justicia social internacional, el bienestar común universal y el pluralismo ideológico, y, que desarrolla en sus discursos  en la ONU, “Una paz compartida y solidaria” y “El bien común universal en la sociedad de las Naciones, de 1970 y 1971, respectivamente. Y, en su discurso en la UNCTAD, de 1972, “Justicia Social internacional para los pueblos en desarrollo” y “La violencia principal obstáculo para la construcción de la paz," en la ONU, en 1972.  En sus clases del Seminario sobre Política Internacional y democracia cristiana”, de 1976, desarrolla la tesis de “Fundamentos de la Política Internacional demócrata cristiana en la coyuntura mundial”, y, en 1977,  en el Seminario de la Unión Demócrata Cristiana de 1977, la tesis “Una auténtica comunidad de los pueblos, la paz y la solidaridad hacia un nuevo orden económico internacional”; que sirve de base a diferentes partidos demócratas cristianos latinoamericanos en la elaboración de sus plataformas ideológicas.

 En sus tésis sobre la doctrina demócrata cristiana de la paz, la justicia social internacional y el bien común universal, aparece siempre su preocupación por la democracia ante el militarismo y la amenaza marxista comunista, sobre todo en las regiones centroamericana y caribeña.  Son célebres sus escritos y conferencias en el Seminario “Sobre socialismo y la revolución”, del IFEDEC, en 1975. Sus escritos de 1980, “La Guerra Subversiva”, y  El concepto marxista de la Revolución  y principalmente, su famoso “Curso General sobre Guerra Subversiva”, de 1982, del cual incluso dictó clases en el Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional y, su escrito “La estrategia del comunismo en América Latina”, de 1985.   En ese contexto sobre la conquista de la democracia con garantía de la paz y la libertad, se inscribe su Informe a la ODCA de  1984, “El Acuerdo de Paz en Centroamérica: Intención vs. Sinceridad”;   su Conferencia de 1985, dictadas en el citado Instituto sobre “La subversión y el terrorismo a nivel mundial” y en la Escuela Superior de Guerra Naval, sobre “Superación de la subversión. Programa Político-Ideológico”.  Su tésis sobre “La Democracia”, de 1968, de la UCV, es todo un sustento político-social del sistema democrático como el ambiente más propicio para la libertad, la convivencia y la paz.  En ese contexto, AC,  decía, en la entrevista que le hicieron Carlos Rangel y Sofía Imber,  en fecha 28 de abril de 1964,   al  referirse a la pacificación, que “Estamos mejor equipados espiritualmente para realizar la convivencia pacífica de todos los venezolanos, porque la democracia no es sólo un comportamiento exterior, sino además una actitud interna”.

 

 

2. “Calvani, académico y jurista” y “Calvani, la formación en ciencias sociales, la acción social y  la participación popular”.

  La preocupación de Calvani por los derechos de los hijos naturales, que fue su Tésis de Doctorado en la UCV, de 1942, es muestra de su formación de jurista, que no solo maneja las leyes, sino que es capaz de formular soluciones a problemas sociales no previstos en las leyes. Su escrito para la Acción Católica Venezolana, de 1947, “La Ley de Patronato Eclesiástico ante la Asamblea Nacional Constituyente”,  es evidencia de su interés de darle una regulación jurídica moderna a las relaciones entre el Estado Venezolano y  la Santa Sede Apostólica  y del Vaticano.”  Esta formación de jurista se evidencia también en sus famosos “Apuntes sobre Introducción al Derecho”, de 1950.  Y en 1973, en su discurso en el BCV sobre “Lo jurídico en la Integración”, resalta su visión del Derecho como instrumento de la unión y de la solidaridad internacional.  Lo judicial no le fue extraño, puesto que de 1959 a 1961, fue Vocal de la Corte de Casación Civil, donde sus sentencias fueron referencia del antiformalismo y de interpretación progresiva del Derecho, fundamentalmente del Derecho Laboral.  Además, como diputado, intervino en forma determinante en la elaboración del proyecto de Constitución de 1961, y en las discusiones parlamentarias su discurso “Sobre la inmunidad Parlamentaria”, sentó la tesis de su naturaleza de privilegio funcional más que personal.

 La formación en ciencias sociales fue otro campo de la actividad intelectual y de la acción de Calvani. Ya, en la Revista SIC, Nº 83, de 1946, aparece su colaboración en el II Seminario Interamericano de Estudios Sociales.  Y, junto con su esposa Adelita Abbo, escribe en la misma Revista, Nº 223, en el 1960, el artículo “El Problema Familiar como problema social”.  Posteriormente comienza a desarrollar la idea del desarrollo comunal y de la promoción popular,  con su trabajo para el Instituto Venezolano de Acción Comunitaria, en 1962, sobre “Defensa de la Comunidad”.  Y para el IDES, su ensayo en 1965, sobre “Instauración de las estructuras políticas más favorables para el desarrollo del país”.  Así como su escrito de 1967, para el IFEDEC “Sicología Social. Los instintos y tendencias”, e, “Introducción a la  realidad social”, en 1968, para el Programa Extraordinario de COPEI.

 Sobre la acción social y la promoción popular, ha dicho EF, que “la primera vocación de Calvani y la predominante a lo largo de toda su vida fue la cuestión social. Él llegó a la política a partir de su preocupación por la gente, por la dignidad de la persona humana, de cada una y del conjunto de ellas”.  En ese orden de ideas, la “Promoción Popular”, que había sido un tema central en el programa de Rafael Caldera,  en la campaña electoral de 1968 fue obra principal de Arístides Calvani y de su esposa, a quien se le encargó como tarea gubernamental, en el gobierno de Caldera de 1969-1974.  Y que Adelita de Calvani, definió como "la organización del pueblo para que pueda participar en la determinación de su propio destino",  en la entrevista que Carlos Rangel y Sofía Imber, le hicieron junto con su esposo, en fecha 28 de abril de 1964.

 Vale la pena recordar, que  en  la XV Convención de Gobernadores, de agosto 1972, Adelita de Calvani, Secretaria de Promoción Popular, señaló sobre este programa: “El pueblo es tan espontáneo, sincero y lógico en su análisis como lo es la juventud. De esta comunicación formal e informal hemos extraído muchos de los conceptos que presentamos a continuación. 1. No hay concepto claro de lo social. 2. Nos falta la comprensión y el aprecio del hombre: tenemos un concepto paternalista. Estamos aferrados a patrones tradicionales, sin querer abrirnos al cambio social, imprescindible y lógico en la vida humana: en nuestra conducta personal; en nuestra conducta familiar; en nuestra conducta institucional; en nuestra conducta política. 3. Jugamos y dejamos que se juegue con las mentes de las personas, de las comunidades y de la nación, a través de los medios de comunicación social”. Fue así como en  El IV Plan de la Nación  se presentó, por primera vez en un Plan Nacional, la idea de "la política de participación”.   De manera que a AC y a su esposa, se le debe lo que podría llamarse un Método de Trabajo Social de Organización y Desarrollo de la Comunidad.

  Sin duda que a AC, se le debe también, los estudios especializados  de ciencias sociales, como una carrera universitaria,  dentro de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, de la UCAB,  que anteriormente solo contaba con las Escuelas de Economía y de Administración Comercial. La Escuela de Ciencias Sociales se fundó e inició sus actividades, bajo su dirección,  en septiembre de 1959, que en sus inicios abarcaba tres carreras; Sociología, Servicio Social y Relaciones Industriales, bajo la orientación, sin duda, de AC, para obtener investigadores sociales de  los fenómenos sociales,  en la carrera de sociología y de servicio social,  y de las relaciones de trabajo y  de convivencia en el ámbito de la empresa,  en  la carrera de Relaciones Industriales.

 Puede decirse de la acción social de AC, que asumió una posición contraria al individualismo liberal, al totalitarismo marxista y destacó el papel social de la empresa, y del sindicalismo libre e independiente, para cuyo estudio y formación  creó el Instituto Nacional de Estudios Sindicales  y  la Central Latinoamericana de Trabajadores.

3. “Calvani y la formación humanista cristiana” , “Calvani y, el compromiso cristiano del apostolado”.

  La formación humanística de AC, le viene desde su educación secundaria, como miembro de la Acción Católica, con la cual comenzó a participar como laico en el apostolado evangélico.  Posteriormente, en su estudios universitarios en Lovaina, recibió la influencia del pensamiento de Jacques Lecquer, sobre la importancia de movimientos políticos de inspiración cristiana,  y de Jacques Maritain,  acerca de la  defensas  de los sistemas democráticos basados en la participación popular, la libertad ideológica y de culto y los derechos humanos y   sus  reflexiones políticas y sociales en  el estudio del Humanismo Integral;  que lo orientaron hacia la acción social del cristianismo, y, posteriormente, a la plataforma ideológica democristiana.  Es así, como, según su hija Maribel,  AC se definía: “Primero soy cristiano. Después demócrata y luego demócrata cristiano”.

  De su formación humanista cristiana y demócrata cristiana,  son testimonios sus más de cien artículos, ensayos, discursos, conferencias y clases, no solo en Venezuela, sino también a nivel universal,  que se resume en uno de esos trabajos: “VALORES FUNDAMENTALES DE LA DEMOCRACIA CRISTIANA”.  Por sus  escritos y ensayos se le ha considerado como uno de los más grandes ideólogos de la democracia cristiana.

 Un aspecto de la personalidad polivalente de AC, es la santidad, como laico cristiano,  que practicó como católico de fe y de acción, y que distinguió su vida, e incluso en la política, lo que lo asemeja a otro laico cristiano que ejerció la política como parte del apostolado evangélico, como lo fue Giorgio La Pira, alcalde democristiano de Florencia, Italia, por once (11) años,  quien vivió su vocación cristiana de servicio al prójimo a través de la política, con un gran compromiso por la promoción de la justicia y la paz y que al igual que AC, se le dijo: “no fue un santo metido a político, sino un político que llegó a ser santo”. Ambos, GLP y AC, entendían  el compromiso político como inseparable de un compromiso espiritual, para quienes  la acción social era consecuencia inevitable del mandamiento evangélico del amor. Por eso, ambos son considerados como siervos de Dios, en proceso de beatificación, y a AC  junto con su esposa.  

  Creo, que no exagero si califico a AC de personalidad cristiana polivalente y polifacética.

 

 

 

 

 

 

 

DECALOGO DE LA NEGOCIACIÓN PARA LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ


DECALOGO DE LA NEGOCIACIÓN PARA LA RECONCILIACIÓN Y LA PAZ[1].

Román J. Duque Corredor

Presidente de la Comisión del Centenario Aristides Calvani.

Caracas, 22 de noviembre de 2017. 

 

La doctrina de negociación para la reconciliación y la paz” ha sido elaborada por Román Duque Corredor en base a los discursos y escritos sobre estos temas de Arístides Calvani.

1.- Un consenso es un conjunto de acciones y de actos para lograr un fin.  Esto es un acuerdo. 

2.- El proceso requiere no sólo un método y procedimiento para el acuerdo, sino fundamentalmente a un marco axiológico que sirva de orientación a las decisiones de los participantes, en esencia los valores democráticos como valores superiores y el respeto de los derechos humanos, como un orden universal. 

3.- En épocas de crisis humanitarias, el consenso es  un  deber  ético porque su  fundamento es  el  derecho  humano a  vivir en  democracia,  es decir,  en  paz y  en  tolerancia.  

4.- Considerar la eficacia de la institucionalidad democrática, los  pueblos tienen  el derecho  de  reclamar  el  ejercicio de la tolerancia  y  los poderes públicos la  obligación de restablecerla. 

5.- No es la vía de  hecho  o  de  la fuerza  la forma  de  reconstruir  el  equilibrio en  la  democracia cuando  ésta  está afectada por una crisis institucional.  Tiene que generarse un consenso entre las fuerzas sociales,  si  de  verdad  se quiere reacomodar la   ecuación  entre gobierno y  sociedad  como  salida a la crisis institucional. 

6.- Para que la negociación no fuera bloqueada por su falta de trasparencia y la mutua desconfianza, se  requiere de determinadas condiciones para  que resulte  una verdadera negociación.  Ello quiere decir:  contar con agenda, objetivos, método y plazos definidos.  El orden del día,  sirva  de  referencia pública y evite los bloqueos de la negociación.   Esa agenda, en el   proceso de  consenso, serían los  temas  de  negociación.

7.- El punto de partida del proceso de negociación implica que sectores interesados admitan que existe una crisis que ha de solucionarse mediante un dialogo.

8.- Lograr de verdad un consenso o un acuerdo que asegure el  restablecimiento  de  la  institucionalidad  y el diálogo democrático,  y  que  permita la  reactivación de la economía y  la  superación de  la pobreza  de la población  en  un  clima  de  libertad  y  de  paz.

Las alteraciones de los elementos esenciales de la democracia,  en particular la más dramática, es la intolerancia y la  violencia, y  el   derecho humano  más afectado es el  derecho  a vivir en  paz y  en  desarrollo  económico y  social.  Es decir, el derecho a vivir en  convivencia,  en  libertad y con justicia. 

9.- El acuerdo en el fondo es para la convivencia ciudadana, por lo que la participación de la sociedad civil organizada es fundamental en el proceso de negociación.

10.-  La negociación para la reconciliación y la paz exije aplicar el principio de la legitimidad democrática  según el cual es al pueblo, a quien corresponde decidir en definitiva sobre las cuestiones fundamentales envueltas en la negociación, por cuanto, es él quien tiene el poder originario para decidir y legitimar el acuerdo.

 

 

 

Nota.-

Resulta de  rigor  recordar que  en   situaciones  de graves conflictos, conforme el principio de   respeto de los derechos humanos,  practicar  la  tolerancia,  para revisar mutuamente  decisiones  y  ceder  en  posiciones políticas, no significa renunciar a  las convicciones personales o atemperarlas,  como lo  proclama  el Artículo  1. 4 de la Declaración de Principios sobre la Tolerancia del  16  de  noviembre  de 1995  de  la UNESCO.   

La comunidad internacional insiste ante el gobierno como  ante la oposición de la conveniencia de negociar un  consenso para  solucionar  la crisis institucional, social y económica de  nuestra  democracia.  Esa axiología concibe como la base del  consenso al pluralismo,  junto con  la ética  y  los  derechos humanos.  

De modo que está obligado, principalmente el gobierno   a  reconocer la existencia de    una  sociedad plural que  éticamente  es  superior  a una  sociedad uniforme.  Y, una forma de  manifestar el cumplimiento de ese  deber  ético,  ante  el conflicto que afronta el sistema  político, es promover el consenso político.  

Además, que  el  pluralismo  está  implícito,  en la libertad,  la  justicia y  la igualdad,  las cuales no son  posibles si  se  atenta contra  el  pluralismo  imponiendo una sociedad uniforme o monolítica, favoreciéndose la polarización entre los antagonistas.  

El  pluralismo  es  la   base  para  el consenso,  parte  de  la idea  que  la  verdad política,  nunca es  unilateral  y  que en  materia  política no existe un  criterio absoluto,  sino  que  hay  que  atender  a la verdad  práctica y  real,  que la da  la  sociedad. 

Esa verdad es que la confrontación y la polarización representan  un riesgo  de violencia y  una amenaza para  la paz.  Asimismo, en  su  dimensión  ética, el consenso,  como manifestación del   pluralismo,  tiene  sus  límites, ya  que  no es  posible defender cualquier  cosa,  sino  la  que  se  justifique  racionalmente  y  la que  se  conforme con la axiología constitucional.  

Con relación a un posible  proceso de  acuerdo,  según la doctrina Calvani,  las condiciones  de  la  negociación  han   de  ser  las  del llamado “discurso o dialogo ideal”,   que  reduce las   posibilidades   de  engaño, de ocultamiento, de  irracionalidad de los participantes,   o  de  bloqueo,  como la de  colocar  al participante  en  una  condición de  inferioridad a  la hora  de  negociar  por la interferencia de decisiones  sobrevenidas de una  parte  lo que  agrava  el conflicto,   pendiente el proceso  de  negociación que  exige  que  los participantes sean  plenamente racionales,   capaces  de abandonar el  conflicto  y  lograr la  institucionalización mediante un acuerdo propicio para  una sociedad  más justa.  

 

Por  ello, es  importante un esquema   de  dialogo  que   acredite  la condición de iguales de los  participantes,  como reconocer al “enemigo”   como contraparte  del Gobierno,    y  que   permita  la figura  de unos  negociadores  o  facilitadores,   confiables, que   aprecien   el grado de racionalidad o justicia del dialogo  real.

El diálogo o negociación  ideal,  supone  un  núcleo   axiológico irrenunciable  e  indiscutible,   representados   por  valores objetivos,   que  constituye  lo indudable,   fuera  de cuya  circunferencia  se  penetra  en  la zona  de discusión.  

 

La  idea  de un  conjunto de círculos  concéntricos,   que  según  Gregorio  Robles,    configura   la negociación ideal  en un   proceso  del  consenso político.

 

En efecto, el primer círculo está  constituido por  lo  indiscutible,  en   nuestro  caso,  la aceptación de  los principios  y  elementos esenciales  del orden  democrático,  del  repudio a  la   violencia,  la convivencia  democrática,  la vigencia  del  Estado de  Derecho  y  el  respeto  a  la  dignidad   de  todos los  venezolanos.

 

 El segundo círculo, incluye los  temas  respecto de los cuales es posible llegar  a  un  consenso matizando las diversas  partes sus  posiciones para  acercarlas a las de los  otros.

 

Y, por último, el tercer  círculo que  recoge  los  elementos de  valor  que  han  de  buscarse  para  la  elaboración del consenso racional o  real. Un aspecto crucial de estos diálogos, es buscar la armonía entre la justicia y la reconciliación que ha sido aplicada en procesos difíciles en varios países. La justicia retributiva no comprende los delitos de lesa humanidad, ni los de narco política, ni los de violaciones graves de derechos humanos.

 



[1] Esquema elaborado por la Dra. Cecilia Sosa Gómez para el Bloque Constitucional